No hay nada más íntimo para una mujer que su bolso, ese pequeño pedazo de casa que guarda, y a veces esconde, los objetos más inverosímiles del mundo; porque admitámoslo, en ocasiones lo de meter cosas en el shopping bag se nos va de las manos, nos volvemos locas.
Pero esta temporada, la tendencia pisa a la intimidad y la manda al cajón más abandonado de nuestro armario. ¿Todavía no sabéis a que me refiero? Va otra pista, en ‘Los imprescindibles de la primavera’ ya os hablé de este estilo y semanas después, hay que decir que se merece una recomendación en condiciones.
Por eso hoy toca hablaros de una moda que ha conseguido en poco tiempo tantas seguidoras como detractoras y he de confesar que soy del grupo de las primeras. Me declaro fan total del plástico en todas sus modalidades: plexiglás, metacrilato…
Una de las grandes ventajas es que al ser incoloro, combina con todo, no tienes que preocuparte de tonos ni matices. Aunque también hay que tener en cuenta, en el caso de querer reservar tu intimidad, que se le puede añadir un forro de cualquier color o estampado. Uno de los mix más vistos, es la bolsita con el print de beetle juice, rayas en blanco y negro. Lo ultimísimo en cuanto a bolsos o clutchs transparentes son los apliques de tachuelas o bisutería.
Como antes he dicho, no hay nada escrito en cuanto a colores pero, sin duda, sí hay algo escrito en cuanto a tejidos. Lo más adecuado es combinarlo con telas ligeras y con mucha caída como la seda o, ya puestos a arriesgar, que el plástico no vaya solo, mejor acompañado por sandalias, pulseras o gafas de sol transparentes.